La DPT defiende el uso de biomasa como uno de los modelos más adecuados a las condiciones ambientales de la provincia
TERUEL, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Diputación de Teruel (DPT) ha celebrado un segundo ciclo de Jornadas sobre Energías Renovables dirigidas, en esta edición, a alcaldes, concejales y técnicos de administración. La institución provincial ha ofrecido un análisis de la situación actual del sector y ha señalado el uso de la biomasa como "uno de los modelos energéticos más adecuado a las condiciones medioambientales de los municipios de la provincia".
Las jornadas, organizadas por la Oficina de Fondos Europeos, han tenido carácter itinerante y se han desarrollado en Ráfales, Torralba de los Sisones, Cantavieja y, este jueves, han finalizado en la Colonia Polster de Alcalá de la Selva, según ha informado la DPT en un comunicado.
Las ponencias han corrido a cargo de expertos de la consultora especializada MS&F ASSOCIATES; Antonio Serrano, ingeniero de montes, experto en desarrollo de Energías Renovables; y Juan Manuel Ferrández, economista y experto en desarrollo local de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Las jornadas han sido clausuradas por el vicepresidente 1º de la Diputación de Teruel, Inocencio Martínez.
La Diputación sigue trabajando en favor de un modelo energético más adecuado dentro del compromiso general de todas las instituciones recogido en el Protocolo de Kyoto. En este sentido, las jornadas "fomentan el uso de esta energía verde como instrumento de desarrollo sostenible, no contaminante y con mínimo impacto en el entorno".
Estos encuentros han ofrecido a responsables municipales una explicación de las distintas energías renovables de posible aplicación: eólica, solar, geotérmica y, la considerada más adecuada para implantar en la provincia, la bioenergía.
En esta línea se ha profundizado en la necesidad de potenciar la eficiencia energética, de manera especial en edificios públicos. Los expertos han señalado que, en algunos casos, "no se trata de emplear más energía pero sí de forma más adecuada para disminuir el consumo". También se ha recordado que el "no despilfarro" energético supone la mayor fuente de ahorro.
El modelo bioenergético está basado en la creación de cultivos energéticos --cultivos de plantas de crecimiento rápido destinadas únicamente a la obtención de energía o como materia prima para la obtención de otras sustancias combustibles-- y el consumo de biomasa y residuos biodegradables, que se derivan de fuentes orgánicas y pueden ser descompuestos por la acción natural de organismos vivos.
La bioenergía es una energía renovable, de gran proyección, respetuosa con el medioambiente ya que mantiene el equilibrio natural de la atmósfera. Este tipo de energía "se produce localmente, lo que permite la creación de empleo en el medio rural y, por tanto, fija población en esas zonas". Además, "permite reducir la dependencia respecto a los recursos fósiles, ya que la provincia cuenta con la materia prima necesaria para producirla".
La producción de bioenergía conlleva la limpieza de los bosques por lo que ayuda a prevenir el riesgo de incendios forestales. Asimismo, este modelo "abre nuevos caminos para la agricultura con el desarrollo de los cultivos energéticos utilizados en la producción de biocombustibles y biocarburantes, que constituyen una alternativa de futuro para los campos".
A esto se añade, ha expuesto la DPT, la particularidad de que "reduce el efecto invernadero porque durante su combustión sólo libera la cantidad de CO2 captada por la planta durante su crecimiento".
A su juicio, la bioenergía "combina los valores de una energía moderna, altamente tecnificada, cómoda, y más barata y respetuosa con el medioambiente, por lo que la Diputación de Teruel apuesta por su implantación y promueve su desarrollo en la provincia, "que cuenta con recursos de primer orden en el campo de las energías renovables y ocupa un papel destacado en el conjunto nacional".
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