Soria, Lunes, 22 de noviembre de 2010 a las 13:23
Un centro para la investigación de energía minieólica, biomasa y arquitectura bioclimática
Víctor M. García/DICYT Desde que a finales de los años setenta el hoy Centro de Desarrollo de Energías Renovables (Ceder) de Lubia se impulsara como centro de investigación nuclear (con amplia contestación popular en aquellos momentos, al temer que finalmente se instalara una central nuclear), mucho han cambiado las cosas en el amplio espacio que hoy ocupan las instalaciones situadas a apenas 15 kilómetros de la capital sorianas.
Tras algunos años en los que se temió incluso por la clausura habida cuenta de la indefinición de sus objetivos, de un tiempo a esta parte, el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), organismo del que depende el Ceder y que a su vez pertenece al Ministerio de Ciencia e Innovación, ha apostado fuerte por el centro como foco de investigación en energías renovables.
Tres son a grandes rasgos los ámbitos de actuación del Ceder. Por un lado, se trabaja en la investigación de la biomasa como fuente de energía. En parte de las 700 hectáreas de extensión del centro se cultivan variedades como el chopo que luego se queman para comprobar su poder calorífico.
En éste y en otros campos de investigación se cuenta con la colaboración de algunas empresas y otros socios participantes que pueden beneficiarse en un futuro de los resultados de las pruebas, como lo demuestra la iniciativa On cultivos.
La segunda línea se centra en la energía minieólica. Se trata de desarrollar pruebas para comprobar la viabilidad de pequeños aerogeneradores destinados a consumos reducidos, como pueden ser empresas o viviendas particulares. Cuando la presencia de grandes parques eólicos ya forman parte del paisaje habitual, y contribuyen de una manera notable a la producción energética a gran escala, el objetivo es ver si la minieólica puede ser una alternativa. Próximamente, se va a construir en el Ceder un edificio en cuya cubierta se instalarán pequeños molinos que servirán para calibrar su rendimiento.
Arquitectura bioclimática
La tercera pata en la que se apoya la actividad es la llamada arquitectura bioclimática. En este caso, las investigaciones pretenden determinar las condiciones más óptimas a la hora de construir edificios de forma que se aprovechen al máximo aspectos como los materiales, la orientación o el diseño. Para plasmar de la manera más práctica las investigaciones, en su día se contruyó el denominado edificio Arfrisol (Arquitectura y Frío Solar), un inmueble demostrativo donde se aplicaron las últimas tendencias arquitectónicas en este campo. En la actualidad Arfrisol alberga las oficinas del Ceder y es, sin duda, el edificio emblemático.
Pero no es el único inmueble de estas características. Aplicando criterios semejantes, no lejos de allí se ha levantado otro edificio que va a estar destinado a almacenar el archivo general del Ciemat. La construcción se ha hecho teniendo en cuenta, entre otras cosas, las condiciones ideales en las que deben conservarse los documentos. Este lugar albergará también un centro de interpretación del Ceder.
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