Recogemos hoy una entrevista realizada en El País a MANUEL SÁNCHEZ ORTEGA Consejero delegado de Abengoa que demuestran mucho sentido común en lo relativo a nuestra dependencia energética y aduce a que "El modelo energético es insostenible. De la noche a la mañana, los españoles somos 24.000 millones de euros más pobres y menos competitivos que hace nueve meses a causa de la inestabilidad en los países árabes y la escalada de los precios del petróleo". Además reitera que "España debería hacer e invertir más en el cambio de su modelo energético". Respecto a la polémica sobre el recorte de primas ha expresado que "La actual escalada del petróleo cuesta a España más que las primas a renovables". La apuesta de Abengoa por las renovables allí está y se está reflejando en una mejora de la cuenta de resultados con incremento tanto de ventas como de resultado neto. Como alternativas al uso del petróleo contamos con la energía termosolar y el bioetanol.
El artículo original lo podemos encontrar en este enlace.
Pregunta. ¿Cómo les está yendo en medio de la crisis?
Respuesta. En general, 2010 ha sido muy positivo para Abengoa. Sobre todo si se considera que, con la complejidad del escenario económico en que nos hemos movido, se ha logrado incrementar las ventas en un 34%, el resultado bruto operativo (Ebitda) en un 26% y el resultado neto en un 22%. Nuestra gente ha hecho un grandísimo trabajo y nos sentimos muy satisfechos. Y las que he expuesto aquí son solo tres grandes pinceladas; si se desciende al detalle de las cuentas la satisfacción y tranquilidad, es aún mayor.
P. ¿Cómo evoluciona la deuda?
R. Según lo previsto. Abengoa ha conseguido en 2010 los resultados que acabo de exponer y lo ha hecho con unas ratios de endeudamiento totales y corporativas ligeramente por debajo de las que tuvo en 2009. Es decir, el crecimiento se ha logrado sin incrementar el endeudamiento. Y conviene recordar que estamos hoy a mitad de un ambicioso proceso de inversión y transformación de la compañía y que en 2010 Abengoa invirtió más de 2.000 millones en proyectos. A pesar de ello, la compañía ha acabado el ejercicio con casi 4.000 millones en caja. Este esfuerzo inversor conlleva una deuda que está reflejada en el balance, pero de la que una parte corresponde a activos que están en fase de construcción y que por ello no producen aún resultado operativo bruto. Lo sabemos. Es parte de nuestra estrategia.
P. ¿Puede ser más preciso?
R. Hace 10 años, el 70%-75% del Ebitda de Abengoa provenía de la actividad de ingeniería y construcción, y en 2010 su contribución al mismo ha estado ligeramente por encima del 40%. Abengoa está cambiando y ya se está empezando a ver la transformación. Lo que era solo una compañía de ingeniería y construcción es ya, y cada vez más, un grupo que, sin dejar de crecer en esas actividades, ha incorporado una serie de activos que opera y que le dan una mayor recurrencia a las ventas y al Ebitda y mayor visibilidad a las operaciones que realiza. Seguimos inmersos en ese esfuerzo de expansión y transformación.
P. ¿Cuál es el nivel de internacionalización de Abengoa?
R. La actividad internacional ha representado un 74% de las ventas totales en 2010, con un incremento anual del 32%. América representa ya el 50% de las ventas de la compañía, destacando Brasil con un 20% y EE UU con un 16% de las ventas totales.
P. Algunos analistas, como los de Ahorro Corporación, señalan que el fuerte crecimiento de Abengoa en los últimos años (un 30% anual en el periodo 2006-2009) ha estado sustentado por un fuerte crecimiento de la deuda (un 60% en el mismo periodo) y se preguntan si el crecimiento del grupo es sostenible cuando incluso hay incertidumbres sobre la fortaleza de los bonos soberanos.
R. Es una información muy interesante, pero no es exacta. En cualquier proceso inversor la deuda llega antes que los resultados. El crecimiento que ha experimentado Abengoa en los últimos años en sus resultados no ha sido fruto de todo el incremento de su deuda, aunque haya aumentado. Lo que realmente respalda el incremento de la deuda es la consecución del objetivo que hemos hecho público de doblar el Ebitda de Abengoa en 2013 respecto del que tuvo en 2009. Estamos hablando de alcanzar un Ebitda de 1.500 millones en 2013. Comparar el resultado de 2009 con el endeudamiento de 2009 no es muy exacto, por eso insistimos en que hay que eliminar la parte de la deuda que todavía está en activos que no están productivos. Estamos cerca de completar ese ciclo inversor que se caracteriza por un crecimiento rápido de la deuda al principio que deja paso después a un rápido crecimiento del Ebitda.
P. Abengoa ha apostado por la energía termosolar y los biocombustibles. ¿No es un gran riesgo en momentos de crisis?
R. Los acontecimientos últimos en varios países árabes dan la razón a una reflexión que ahora puede parecer oportunista, pero que repito desde hace años. Hace 12 meses el precio del barril de petróleo estaba en 70 dólares y hoy [la entrevista se celebró el miércoles 23] ha superado 110. Si hacemos una cuenta rápida, esos 40 dólares de diferencia, que han surgido de pronto, inesperadamente, suponen incrementar en 24.000 millones de euros la factura que paga España a otros países por el abastecimiento. En este punto conviene recordar el acalorado e interesado debate que hubo hace unos meses en España en torno a las primas a las energías renovables, primas que, en conjunto, suponen un gasto anual significativamente menor que el derivado de la actual escalada de precios del crudo.
P. ¿Qué se puede hacer?
R. Cambiar el modelo. Es injusto y no es sostenible la dependencia energética de la mayor parte de los países de una sola fuente mayoritaria y primaria como es el petróleo. Eso crea tensiones y desequilibrios económicos y regionales. Nosotros abogamos desde hace años por un cambio progresivo del modelo energético por otro más sostenible basado en renovables. Lo defendemos por razones de coste económico, medioambientales, para elevar la independencia energética de los países y evitar conflictos y tensiones geopolíticas. Hay un elenco de alternativas para sustituir al petróleo, no será una sola fuente la que lo haga, y estamos convencidos de que la termosolar y el bioetanol estarán entre ellas. Los países nórdicos y Alemania desde hace años, y más recientemente EE UU, están invirtiendo en el cambio de modelo. España debería hacer más de lo que está haciendo.
P. ¿Por qué la termosolar?
R. Es una energía que en un horizonte de tres a cinco años, que no es nada, va a ser competitiva en precio de producción y que además tiene una segunda derivada que a veces se olvida: es una energía gestionable. A veces se la compara con la eólica, pero cada megavatio eólico tiene que tener el respaldo de otro tipo de energía, normalmente de la producida en centrales de ciclo combinado, porque no es predecible ni almacenable. Dos problemas que la energía termosolar no tiene. Es mucho más predecible y gestionable por el sistema eléctrico que la eólica y además es almacenable.
P. ¿Y el bioetanol?
R. El mercado de biocombustibles está creciendo significativamente en EE UU (ha pasado de representar un 2% a un 10% del consumo en ocho años) y en otros países. El bioetanol ha tenido una primera fase en la que se ha producido a partir de cereales y una segunda, en la que estamos entrando, en la que se obtiene a partir de biomasa, que aporta grandes ventajas económicas y medioambientales. Estamos desarrollando una de las primeras plantas del mundo a escala comercial en Kansas, tras haber probado con éxito esta tecnología en nuestra planta piloto de Salamanca. -