Segundo peor año de la década en cuanto a número de grandes incendios (25 frente a una media de 10) y superficie calcinada (70.000 hectáreas) y once personas muertas. Éste es el escueto resumen de los efectos del fuego hasta agosto, impactos que Avebiom propone aminorar si se recoge la biomasa forestal residual y se destina a la producción de energía.
Como señalan en la Asociación Española para la Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom), la bioenergía utiliza como combustible, entre otras materias primas, la biomasa procedente de las tareas de mantenimiento y de aprovechamiento forestal, labores que son imprescindibles tanto para el buen desarrollo de las masas como para reducir el riesgo de incendios. Sin embargo, su presidente, Javier Díaz González, advierte de que “hay muchas masas que están sin tratar, bien por falta de dinero, bien por desidia de los gestores, con lo que la biomasa forestal aumenta y también el riesgo de incendio, en cantidad y virulencia”.
Javier Díaz, que también es presidente de la feria Expobioenergía, sostiene que “el coste que el dispositivo de extinción de incendios tiene para el contribuyente es cada año más elevado; y mientras tanto, la bioenergía sigue sin estar suficientemente apoyada y desarrollada por las administraciones públicas”.
“Estamos hundiendo la economía –continúa–: por un lado, desangramos al país comprando en el extranjero el 83% de la energía que consumimos, y por otro, gastamos ingentes cantidades de dinero en establecer los dispositivos de lucha contra los incendios. Es uno de los peores casos de eficiencia económica que conozco”.
Que se queme, pero con fundamento
Desde Avebiom son conscientes de que una industria bioenergética bien planificada permitiría utilizar la biomasa forestal para generar energía en plantas de producción eléctrica o térmica, disminuyendo las posibilidades de que se quemara violentamente en los incendios.
Las tres principales ventajas que conllevaría una mayor apuesta por la bioenergía serían: la rebaja del coste de la factura energética y la creación de nuevos puestos de trabajo, concretamente 300 empleos por cada TWh (terawatio-hora) producido, en el paso de gasóleo a biomasa, según Avebiom; dar valor a los restos forestales que generan los trabajos de prevención de incendios, con lo que dejarán de ser una carga económica para el contribuyente; y reducir esta misma carga en torno a los dispositivos de extinción de incendios.
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