El sector se está destruyendo por inanición y ya no se invierte en energías renovables por falta de marco jurídico. Estamos en un limbo administrativo y a la espera de las anunciadas decisiones previstas desde el pasado enero 2012. Confiemos que no sea necesario esperar a los nuevos incendios del próximo verano para volver a la carga sobre el desastroso estado de nuestros montes. Los incendios, reiteran sucesivamente los expertos del Colegio de Ingenieros de Montes, se apagan durante el invierno manteniendo los bosques en condiciones de rentabilidad.
Nuestros bosques están a la espera de que se les atienda como han venido haciendo nuestras anteriores generaciones y la generación de energía mediante biomasas contribuyen a ello. Tenemos que crear empleo y la valorización de biomasas con fines energéticos demanda mano de obra abundante.
La pregunta es fácil. ¿ Porqué están retenidas las inversiones en el sector que crearían empleo estable en el entorno rural y, además, evitaría incendios tan costosos? Falta una regulación que hace casi un año se nos prometió en el RD 1/2012
Desarrollar un proyecto de biomasa en España supone superar 23 trámites administrativos en diferentes entidades. Esto cuando el gobierno regional de turno no “controla” el medio ambiente como medio de recaudar los abundantes recursos procedentes de la U.E. que posteriormente “invierte” entre sus filas: el conocido pesebre.
LAS CUENTAS CLARAS
El sector demanda cuentas claras y transparentes que no se están proporcionando. Queremos que en la generación de energía se contabilicen absolutamente todos los costes. Los que cuesta a la sociedad, ya que lo pagamos entre todos, los costes medioambientales de la generación mediante energías fósiles. Costes sociales, destrucción medio-ambiental, expropiaciones con dinero público. En los últimos meses España ha pagado una cifra muy alta para pagar importaciones de gas y petróleo. Dinero que se ha ido fuera, ha creado empleo muy lejos de aquí. Queremos inversiones que se queden en España y generen un alto valor añadido. Queremos cuentas claras y completas porque no hay peor mentira que una verdad a medias. Europa, los países más competitivos, están desarrollando las energías renovables y toman ventaja tecnológica sobre España. Volveremos a ser dependientes de ellos si no actuamos.
NO A LAS SUBVENCIONES
Los empresarios no queremos subvenciones. Queremos que los ingentes recursos aportados por la Unión Europea sean aplicados en inversiones reales y productivas, que generen trabajo y riqueza, que no se haga una competencia desleal con el dinero de todos. Y esto no ocurre. Las compañías eléctricas prefieren, y de hecho controlan, el acceso a la red de las energías renovables. Son su competencia y para evitarla torpemente le acusan de no ser rentables. Pero se suman al carro porque saben que es el futuro, mejor, el presente, en tantas naciones europeas como Suecia que genera el 51% de su demanda energética. Falta desarrollar el autoconsumo y hay tecnologías y empresarios dispuestos a ello. Falta regular el acceso. ¿A qué esperamos ? Un país con energía poco eficiente no tienen futuro. Lo saben alemanes, austríacos, suecos, franceses,…. y España está desmontando el sector por inanición.
SI A LA REGULACION ADMINISTRATIVA Y LA EFICIENCIA EN EDIFICIOS E INDUSTRIA
España es una de los estados europeos con mayor extensión de bosques. Solo China nos gana en incremento anual de superficie arbolada. También somos campeones en incendios forestales que suponen importantes gastos sin retorno. Esta realidad supone disponer de importantes recursos que no aprovechamos. Entrar el monte para trabajar supone superar una serie de trámites administrativos totalmente disuasorios. Disponemos de abundantes recursos que pueden sustituir el petróleo en edificios e industrias.
También es necesario incentivar su implantación con medidas concretas que supongan ahorro en las instalaciones de edificios públicos y privados, hospitales, industrias, viviendas, etc. adecuándolas para reducir los consumos energéticos. Las auditorías y calificación energética de edificios no deberían suponer un mero hecho administrativo, sino una oportunidad para proporcionar reducción de costes. El Alcalde de Cuenca ya ha dado un primer paso: los edificios que utilicen biomasa tendrán una bonificación del 50% en el recibo del IBI.
Hay muchas otras opciones para ahorrar invirtiendo y creando puestos de trabajo. Y eso le pedimos Señor Ministro, imaginación, que escuche a los agentes del sector y tome decisiones coherentes con las actuaciones del resto de Europa para no quedarnos atrás.
Es indispensable y urgente.
Francisco Javier de Miguel
-Presidente-