A continuación exponemos algunas notas señaladas por el Informe de la FAO sobre los bosques mundiales
Extensión de los recursos forestales
La región de Europa está formada por 50 países y áreas con un total de área de bosque de algo más de 1 000 millones de hectáreas, o aproximadamente el 25 por ciento del área de bosque mundial.
Basándose en las estadísticas de FRA 2010, los bosques cubren en torno al 45 por ciento de la superficie total de Europa, desde cero en Mónaco hasta un 73 por ciento en Finlandia.
La Federación de Rusia dominaba el área de bosque en Europa, con la mayor proporción de área de bosque del mundo. El país declaró un área de bosque de casi 810 millones de hectáreas, lo que representa más del 80 por ciento del área de bosque de Europa y una quinta parte del área de bosque del mundo. Por cuestiones prácticas, en este informe se proporcionan las cifras para Europa, Europa sin la Federación de Rusia y la Federación de Rusia por separado.
Crecimiento de los bosques
El área de bosque de Europa siguió creciendo entre 1990 y 2010, aunque el ritmo de crecimiento disminuyó durante el período analizado. La expansión del área de bosque fue consecuencia de las nuevas plantaciones y la expansión natural de los bosques a tierras que antes habían sido agrícolas.
En el último decenio, el incremento neto anual del área de bosque fue algo inferior a 700.000 hectáreas al año, por debajo de las cerca de 900.000 hectáreas al año registradas durante la década de 1990. En comparación con otras regiones, Europa fue la única región con un incremento neto del área de bosque durante todo el período 1990-2010.
El área de bosque de la Federación de Rusia se mantuvo prácticamente estable, con un leve incremento en la década de 1990 y una ligera disminución entre 2000 y 2010. Esta pequeña fluctuación resultaba insignificante en términos estadísticos dada la extensión del área de bosque. El área de bosque contabilizada para Europa, sin incluir la Federación de Rusia, ascendía a 196 millones de hectáreas en 2010.
El incremento neto del área de bosque en Europa durante el período 2000-2010 se debió en gran parte a unos cuantos países, encabezados por España (118.500 hectáreas por año) y Suecia (81.400 hectáreas por año), y seguidos de Italia, Noruega, Francia y Bulgaria.
Estonia, Finlandia y la Federación de Rusia fueron los únicos países de Europa que informaron de pérdidas netas de área de bosque durante el período 2000-2010, que en su conjunto suponía una disminución media de 51 000 hectáreas anuales; no obstante, esta cantidad representaba una pérdida anual inferior a un 0,01 por ciento.
El aumento en el área de bosques plantados en Europa también disminuyó en el último decenio, si se compara con la tendencia mundial durante el mismo período. En 2010 cerca del 7 por ciento del área de bosque de la región estaba formado por bosques plantados. Aproximadamente la mitad del incremento neto de área de bosque durante los últimos 20 años se debió a un aumento en el área de bosques plantados. En torno a la mitad del incremento neto de área de bosque durante los diez últimos años se debió a la forestación; la diferencia del aumento fue consecuencia de la expansión natural de los bosques principalmente en tierras que antes eran agrícolas.
En Europa, la reserva total de carbono en la biomasa forestal se estimó en 45 gigatoneladas, casi el 16 por ciento del total mundial (Figura 10). De esta cantidad, cerca de 13 gigatoneladas correspondían a Europa sin la Federación de Rusia, con un aumento anual de aproximadamente 145 toneladas por año entre 2000 y 2010 frente a las 135 toneladas por año en la década de 1990.
Aproximadamente un 26 por ciento del área de bosque de Europa se clasificó como bosque primario, frente a un 36 por ciento en todo el mundo. La gran mayoría de esta área se encuentra en la Federación de Rusia. Sin incluir a esta última, menos del 3 por ciento de los bosques de Europa se clasificaron como bosque primario. Varios países informaron de un aumento en el área de bosque primario, que puede producirse cuando se designan áreas de bosques naturales como áreas en las que no se permite intervención alguna. Con el tiempo, estas áreas se convierten en bosques en los que no hay indicaciones claramente visibles de actividad humana y los procesos ecológicos no están apreciablemente alterados, ajustándose así a la definición de bosque primario utilizada por el proceso FRA.
A lo largo de las décadas de 1990 y 2000 se produjo una tendencia mundial positiva en la extensión de ecosistemas forestales que se designó para la conservación de la diversidad biológica. El aumento total a lo largo de 20 años se aproximó a los 100 millones de hectáreas, lo que equivale a un incremento del 35 por ciento en el área de conservación. En Europa, el área de bosque designada principalmente para fines de conservación de la diversidad biológica se duplicó durante el mismo período.
En Europa, el 4 por ciento del área total de bosques se encontraba dentro de áreas protegidas oficialmente establecidas. Sin incluir la Federación de Rusia, esta cifra ascendía al 12 por ciento. Durante el último decenio, el aumento anual del área de bosque dentro de un sistema de áreas protegidas fue de casi 560 000 hectáreas al año, frente a las casi 910 000 hectáreas por año del decenio anterior (1990-2000). Las tendencias positivas en el área de bosque designada principalmente para fines de protección del suelo y el agua indican que los países de Europa han tomado conciencia de la importancia de las funciones de protección de los bosques. La preocupación por mantener las funciones protectoras de los bosques constituyó el factor impulsor de las leyes forestales en muchos países, sobre todo en regiones montañosas. Aunque se han realizado numerosas investigaciones sobre los beneficios derivados de la protección de los bosques, tales beneficios son difíciles de cuantificar ya que apenas se valoran en los mercados y tienden a ser sumamente específicos de cada lugar.
Funciones productivas y socioeconómicas
En Europa el 52 por ciento del área total de bosque se designó principalmente para fines de producción (el 57 por ciento sin la Federación de Rusia), frente a un promedio mundial del 30 por ciento. El área de bosques de Europa designada fundamentalmente para fines de producción disminuyó de forma considerable en la década de 1990, pero aumentó ligeramente durante el último decenio. Los datos de los países mostraban un aumento del total de existencias de volumen en pie en muchos países, sobre todo en áreas de Europa central.
La extracción de madera es otro indicador de las funciones productivas del bosque. A comienzos de la década de 1990 el total de extracciones de madera en Europa se redujo debido al colapso de las economías de la Europa del este. Aunque las extracciones se recuperaron ligeramente en los años siguientes, volvieron a caer de forma notable durante la recesión de 2008- 2009 en Europa, como consecuencia del descenso en la demanda de madera. El valor de las extracciones de madera en Europa sin la Federación de Rusia también disminuyó a finales de la década de 1990, pero volvió a aumentar entre 2000 y 2005 (Figura 13). Sin la Federación de Rusia, Europa representaba el 24 por ciento de las extracciones de madera en rollo para uso industrial del mundo, pese a tener solo un 5 por ciento del total de área de bosque del mundo. Incluida la Federación de Rusia, Europa representaba el 32 por ciento de las extracciones de madera en rollo para uso industrial en el mundo. Como en Europa han aumentado las existencias en formación y el área de bosque, parece que un nivel elevado de extracción de madera para la producción no es incompatible con una ordenación forestal sostenible en países con economías relativamente desarrolladas e instituciones estables. El volumen de madera cosechada en los bosques de Europa aumentó, aunque aún se mantiene muy por debajo de la tasa de incremento (CEPE/FAO, 2007).
En Europa se extrajo una cantidad importante de PFNM (productos forestales no maderables) para autoconsumo, aunque pocas veces llegaban a los mercados o se registraban en las estadísticas nacionales. Los PFNM tienen un importante valor económico. Veintinueve países comunicaron datos sobre la cantidad y el valor de las extracciones de estos productos, aunque en la mayoría de países los datos completos eran escasos. Algunos países presentaron datos sobre un número limitado de productos. El valor total registrado de las extracciones de PFNM alcanzó los 8.400 millones de dólares en Europa, pero es una cifra que sigue considerándose una estimación incompleta. A escala mundial, el valor registrado de las extracciones de productos PFNM alcanzó los 18 500 millones de dólares en 2005.
Había aproximadamente 1,1 millones de personas empleadas en la producción primaria de bienes forestales en Europa (Cuadro 18). Sin embargo, los niveles de empleo disminuyeron durante el período 1990-2005. Como se indicó en CEPE/FAO (2005), “la productividad laboral ha aumentado más rápidamente que la producción, por lo que el total del empleo en el sector forestal ha disminuido de manera constante”. Es probable que el efecto de la recesión en Europa también provocara una disminución del empleo después de finales de 2008.
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