A continuación nos hacemos
eco de un artículo publicado hoy en el diario Expansión de José Cabrera,
presidente del Instituto para la Producción Sostenible.
Entre ellas hace alusión a
los siguientes temas transcendentales para el futuro de la humanidad:
· No tiene porqué estar reñida
la crisis económica con una disminución de los gases de efecto invernadero,
sino más bien al contrario. Es un hecho que precisamente en situación de crisis
se valora mucho más lo que ya tenemos y somos mucho más responsable con su uso.
· Según la Organización
Meteorológica Mundial se ha llegado a máximos históricos en concentración de
gases de efecto invernadero.
· Expone que existe sintonía
total entre una producción sostenible y rentable. Una de las mayores tendencias
que se producen a nivel de los países desarrolladas es el incremento de demanda
de productos sostenibles y en alimentación productos ecológicos.
· Se considera que la
deforestación es uno de los mayores culpables de las emisiones de gases de
efecto invernadero. La realidad es que por cada árbol que se derriba para
fabricar papel o productos de madera certificada se plantan 3. Hay que tener en
cuenta en este aspecto que los árboles en crecimiento demandan mayor cantidad de
CO2 que los árboles de edad mucho más madura además de una mayor capacidad de
reproducción. Pasa lo mismo que un ser humano, un mocetón de 16 años siempre
comerá más que un anciano. Respecto a la reproducción ya conocemos bien las
edades en la que los seres humanos tenemos mayor capacidad reproductiva.
· El autor incita al consumo de
productos de recursos naturales que sean de por sí renovables.
· Como ejemplo pone a la
compañía sueca SCA, que ha decidido aumentar un 1 % la superficie forestal de
sus montes gestionados. Ojala en España se decidiera lo mismo para consolidar
el incremento natural que se están produciendo en nuestros bosques.
Incuestionablemente se crearía empleo con unos costes que en absoluto son altos
ahora, dadas las posibilidades que ofrece hoy en día la técnica tanto en el
proceso de plantado como en la generación de los plantones con técnicas de
laboratorio muy avanzadas. En definitiva, un ejemplo a seguir. Es más el autor
se aventura a asegurar que si todos los propietarios forestales siguieran esta
dinámica, se lograría acabar con el problema de las emisiones.
· Aduce como un ejemplo en el
que la sostenibilidad y la rentabilidad van de la mano el de los embalajes de
cartón que permite maximizar el espacio transportado. Al respecto, nos viene a
la memoria la adaptación inmensa que están realizando algunas empresas de
producción de cartón, como es el ejemplo de la aragonesa SAICA, en la que sus
objetivos de recuperación de cartón y papel reciclado ha acabado convirtiendo
en una de las empresas punteras en lo que se refiere a la recuperación de todo
tipo de materiales reciclados. Es de enhorabuena y que está siendo una de las consecuencias
positivas de la crisis, la capacidad de recuperación de residuos que en estos
momentos tiene España, con porcentajes de reciclado más alto que algunos países
nórdicos.
· No podemos estar más de
acuerdo que es una labor de todos y eso implica que se debe empezar por uno
mismo. Es el mejor regalo que se puede hacer para nuestros hijos y para los
hijos de nuestros hijos.
· Desde estas líneas damos la
enhorabuena al IPS: organización sin ánimo de lucro que promueve una cultura
empresarial de responsabilidad hacia el medio ambiente, y su principal apuesta
es el consumo y la producción sostenible a partir del equilibrio entre el
desarrollo y los recursos renovables.
En el año 2011 se alcanzó el
dudoso récord histórico de concentración de gases de efecto invernadero en la
atmósfera, según datos de la Organización Meteorológica Mundial. Es el momento indicado para tomar cartas en el asunto, puesto
que estamos llegando a un punto de no retorno en el que, a pesar de cesar en
las emisiones de CO2 hoy, los gases seguirían en el planeta durante miles de
años. La única solución pasa por revertir este proceso negativo para todos.
Muchos pueden pensar que la delicada situación económica por la
que estamos pasando frena, o incluso imposibilita, acciones en pro de la
defensa del medioambiente. Nada más lejos de la verdad. La apuesta por una producción
sostenible se da la mano con una producción más rentable. De hecho, tanto los expertos como las administraciones y las
empresas son conscientes de que ser competitivos implica, por supuesto, ofrecer
bienes y servicios de calidad y a un precio razonable; pero también es
necesario incorporar aquellos valores que exigen cada vez más los consumidores
de las sociedades desarrolladas.
Analizando de cerca la problemática, la deforestación es uno de los grandes culpables de
estos índices de CO2. Tendemos a pensar que la
tala de árboles para fabricar papel está detrás de este fenómeno. De nuevo, un
error: por cada
árbol talado para fabricar papel (o sus derivados), o productos de madera
certificada, se plantan tres nuevos árboles, por lo tanto, el uso del papel en
nuestras rutinas favorece que aumente la superficie forestal. Realizar un consumo sostenible que salve el planeta está al
alcance de todos, únicamente debemos consumir, en la medida de lo posible, productos derivados
de materias primas renovables, como las procedentes de explotaciones
forestales.
BENEFICIOS
En esta tónica, SCA, la mayor
empresa de explotaciones forestales de Suecia, con una superficie casi tan
extensa como Galicia, 26 millones de hectáreas, ha decidido aumentar su
superficie forestal en un 1% anual. Según sus
cálculos, si todos los propietarios de explotaciones forestales llevaran a cabo
esta misma política resolverían el problema del cambio climático e incluso
lograrían que desapareciera. Eso sin contar los beneficios que tiene para la
empresa el poder situar mayor cantidad de producto en el mercado.
En el día a día tenemos más casos donde observar cómo lo más
sostenible es también lo más rentable. El aprovechamiento de los recursos y la optimización de
los mismos implica un beneficio tanto medio ambiental como ecológico. A modo de
ejemplo, emplear los embalajes de cartón, que se adaptan perfectamente a su
contenido supone evitar desaprovechar espacio, evitar lo que se conoce como ?transportar aire?. Así, al
optimizar el espacio conseguimos menos camiones para la misma cantidad de
mercancías, lo que implica menos costes y menos emisiones. El ahorro es doble.
Las soluciones están a nuestro alcance.
Son los políticos, los
gobiernos, las organizaciones internacionales y los interlocutores sociales y
sectoriales quienes deben concienciarse para legislar, crear políticas y
establecer medidas de control para que la utopía de un planeta sano sea
posible, pero sin la conciencia y la actuación ciudadana y empresarial no se
logran los objetivos marcados. Y en época de
crisis económica cuando los gobiernos reducen sus presupuestos, el consumo
responsable es una de las principales opciones económicamente viables para
lograr la sostenibilidad del planeta. Así, líderes mundiales llegaron a un
acuerdo en la Cumbre Climática de Doha para prolongar el Protocolo de Kioto
hasta el año 2020. Una medida esperanzadora, pero no suficiente.
A partir de la colaboración con numerosos expertos de campos muy
diversos, organizaciones medioambientalistas y de consumidores,
administraciones públicas y legisladores como el Instituto para la Producción
Sostenible está suscitando el compromiso de las empresas por el medio ambiente
de forma inteligente y constructiva.
El IPS es una organización
sin ánimo de lucro que promueve una cultura empresarial de responsabilidad
hacia el medio ambiente, y su principal apuesta es el consumo y la producción
sostenible a partir del equilibrio entre el desarrollo y los recursos
renovables. Únicamente desde la coincidencia
de intereses entre productores, distribuidores y consumidores se pueden dar
avances positivos.
Iniciativas como el IPS son clave para nuestro país y para el
planeta, cuando la actualidad pone de manifiesto la fragilidad del Protocolo de
Kioto. Es ahora más que nunca cuando hay que actuar contra el cambio climático
y sumar esfuerzos para asegurar calidad de vida y progreso para nuestros hijos.